¿Qué es la propiocepción?
Es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de detectar el movimiento y la posición de las articulaciones.
Regula la dirección y el rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de este con el espacio, sustentando la acción motora planificada.
Funciona en el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso central y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.
Es importante en los movimientos comunes que realizamos diariamente y en los movimientos deportivos que requieren una coordinación especial.
¿Cómo funciona el sistema propioceptivo?
Se encarga de detectar el grado de tensión muscular y el grado de estiramiento muscular y mandan esta información a la médula y al cerebro para que la procese. El cerebro procesa la información y la manda a los músculos para que realices los ajustes necesarios en cuanto a la tensión y estiramiento muscular y así conseguir el movimiento deseado.
La importancia de la propiocepción en la recuperación de lesiones
Cuando sufrimos una lesión articular, el sistema propioceptivo se deteriora produciéndose un déficit en la información propioceptiva que le llega al sujeto, por lo que esta persona es más propensa a sufrir otra lesión y disminuye la coordinación en el ámbito deportivo.
La información propioceptiva avisa al organismo de caídas, giros, imprevistos… y ayuda a preparar a músculos y articulaciones a responder ante una demanda repentina, como por ejemplo, corregir un desequilibrio producido por el tropiezo en la escalera.